15 de agosto de 2017

Hernandiana

El Centro Público de Educación de Personas Adultas de Huesca se llama Miguel Hernández.  Allí estuvimos. Este es su logo:

 


Periódicamente vemos que  periodistas, artistas e instituciones recuerdan a tal o cual personaje de las Letras o de las Artes en el centenario de su nacimiento, o en otras efemérides. En ocasiones la celebración entronca con la ciudadanía, con gente que ni escribe ni pinta, ni canta, ni es alto cargo en el escalafón cultural. Tiende, entonces, a ocuparse espacios de base, lejos de las cátedras, los museos y los palacios de gobierno. Son las bibliotecas, a veces inspiradas por los club de lectura, los colegios, con la motivación de un buen profesor, o la plaza pública. 

Los aniversarios de Miguel Hernández revelan muchos cultivadores de su memoria.

Este año la fecha a recordar era el 28 de marzo de 1942. Y aquí, convocados por la Universidad de Zaragoza, profesores, poetas, artistas y ciudadanos en general, recordamos al poeta en el día de su muerte, 75 años después.

También se ha recordado aquel Homenaje de los Pueblos de España a Miguel Hernández, cuando se empezaba a salir de la dictadura, al poco de morir Franco. Así, en el Museo Pablo Serrano, dentro de la colección De las Artes y las Letras, se expone una colección de documentos relativos a aquellos actos en los que participamos modestamente. La sección De las Artes y las Letras muestra fondos del propio museo; en este caso, la muestra ha estado preparada por Jesús Rubio. Reúne además las serigrafías que se hicieron aquel año de 1976.





Por las tierras de Miguel, Jesucristo Riquelme ha seguido editando nuevas páginas en torno a la obra de su casi paisano.






Riquelme, nuestro hernandiano de cabecera, ha escritos muchos libros sobre otros temas. Es, por ejemplo un gran conocedor de la literatura del siglo XVIII. El teatro es una de sus -podríamos decir- especialidades. 

De su trabajo investigador, recordamos hoy dos "pequeñas cosas": la localización de Miguel Hernández en el puesto de mando en la toma de Nuestra Señora de la Cabeza (Jaén). En la foto, el tercero por la derecha.

Otra aportación: la recuperación de los 30 números de la Revista Luna. En Madrid, años 1939-40, la embajada chilena refugió a muchos perdedores de la guerra. Entre ellos, un grupo formado por Antonio Aparicio, Edmundo Barbero, José Campos, Pablo de la Fuente, Antonio de Lezama, Santiago Ontañón, Aurelio y  Julio Romeo, que se juntaban en la noche para confeccionar la revista. De cada número editaban ¡un solo ejemplar! Cuarenta años después, Riquelme los localizó en Chile y se pudieron editar:


La escena también ha nutrido el homenaje anual. Aquí el cartel del Celcit y sus actuaciones en Madrid con Luis Molina al frente.




Aquel 2010

En 2010, uno de los peores años de la "crisis" que sufrimos, celebrábamos el centenario del nacimiento de Miguel Hernández. Muchos aficionados a la poesía y a la historia española, hacían que en mil escenarios sencillos la ciudadanía pudiera recordar su poesía. 

Algunos teatros fueron también lugar de encuentro entre la obra y el oyente, gracias a los trabajos escénicos que los artistas profesionales ofrecían con mayor o menor acierto (desde Serrat, Mario Gas, La Nona, Meridional, Argos, Gerena...). 

Mal año, ya te digo, con mucha competencia. Además se contrataba poco y se pagaba con mucho retraso. En resumen: no había dinero para contratar, ni cintura para el combate.

Rayo, Viento y Ausencia se estrenó meses antes del centenario, en el Festival de Poesía Moncayo. Para la ocasión, Vicente Almazán nos ayudó a recuperar el cartel que usábamos en 1973.



El espectáculo se ofrecía a las instituciones, por si les encajaba. En Aragón se trabajó con el circuito institucional, e hicimos campañas con la Red de Bibliotecas de Aragón, con la Comarca Andorra-Sierra de Arcos, o con el Ayuntamiento de Utebo, que nos llevó a todos los centros escolares, propiciando la creación de El mundo de Miguelillo para hablarles de poesía a los niños.

En Cuba trabajamos -desde el Teatro Terry de Cienfuegos- con la Embajada de España, la UNEAC, y la Asociación Hermanos Saíz. 

En Argentina -desde el Teatro Crisol de Buenos Aires y desde El Peregrino de Jujuí- con la Oficina Cultural de la Embajada de España, la Dirección de Bibliotecas de Buenos Aires, y las universidades de La Plata y San Salvador de Jujuy.



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